Su delicado rostro impactaba cada día que la sacábamos en procesión, y maravillosamente nos sentimos sorprendimos pues sólo para la misa y la procesión el sol relucía en un brillo especial.
La devoción a nuestra madre ha ido creciendo año a año, y en este espacio saludamos a quienes hicieron posible juntar esfuerzos para que este año 2009 nuestra patrona, celebre su festividad con mayor alegría, fervor y cariño.